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El Rincón Literario

Gracias

Ayer soñé que me alejaba,

hoy te buscaba, ¿dónde estás?,

ayer soñé que me alejé de ti,

la vida es larga para mí,

lo sé,

gracias, lo sé.

Siempre te tengo en mi interior,

ansiabas verme un día más,

rompí en mil trozos tanta vida,

fue la codicia de la edad,

lo sé,

gracias madre, lo sé,

jodida edad.

El verdadero libro del saber,

putos cabrones de mierda

podréis dañarme el alma,

ella está ahí,

me salvará,

lo sé, tú eres.

Ahora te escucho en soledad,

miras mi rostro desgastado,

tus ojos llenos de complicidad

van pagando mis excesos,

yo nunca cuidé de mí mismo,

lo sé,

nunca me cuidé.

Ayer soñé que me alejaba,

hoy te he buscado, ¿dónde estás?,

ayer soñé que me alejé de ti,

fue la codicia de la edad.

Almas

Los gusanos se visten de Domingo,

sus monturas,

insoportable eco,

resuenan cada vez más cerca,

bajo este Sol,

en absoluta oscuridad,

el silencio aletea

llenando de vacío esta sala,

bajo la tierra humedecida

se arrastran minuteros sedientos,

hambrientos de tiempo,

del que se esfuma cuando se le necesita,

del que atormenta cuando sobra,

y aquí,

ni necesario ni banal,

me cubre con sus heces.

Pensativo,

continúo hilando mi huida,

ritual pagano

de míseras ánimas,

víspera de dolor,

bajo el arcano del sí o el no,

me descubro para ver

que sigo muerto.

Cantos De Muerte

Hoy, cuando despiertes,

verás que todo sigue igual,

¿cuánto vale tu vida?,

¿cuánto tu libertad?.

Los barrotes que te rodean

y no te dejan escapar,

te protegen de un frío Mundo,

mientras te escuchan llorar

cantos de muerte.

Cuando el cielo se pinte de negro

mirarás tus alas,

callado, en silencio,

acunando tu añoranza.

Viste la belleza de un mundo

lejano, tan distante,

imaginas de nuevo que sigues

siendo libre como un ave.

Y volar, por parajes alejados

del puto frío del Levante,

de sus aires desgranados,

de tanto ego repugnante.

Y cuando de nuevo abras tus ojos,

me verás ahí, a tu lado,

aquellos días lejos de todo

solos tú y yo volando.

Queríamos ser felices,

vivir como nos había tocado,

pero el destino fue nuestro verdugo

y nos hizo separarnos.

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