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Cada momento, cada sonrisa, cada amanecer a su lado han forjado en mí esa necesidad de expresarme en tinta, porque sin ellos mi inspiración moriría, igual que lo hace una flor sin tierra, una noche sin luna, un ave sin alas. Porque ellos son mi luna, mi tierra y mis alas, son todo lo que me hace sentarme a escribir tantos momentos, tantas alegrías y cómo no, tanto sufrimiento. Si la vida es un paseo por el infierno, nunca pensé que lo recorrería con tan grata compañía.